Las colillas que dejaste en el balcón. Con carmín del rojo y huella digital. Son retrasos de tu ausencia universal. Que se agrupan como nada en un rincón.
Pegue tu foto en el ropero. Para sentir que estas aquí. Yo me instale en el mes de enero. Afuera creo que es abril. . Me importa un bledo el noticiero.
El agua no te lavara la boca. Ni el mentol de ese dentífrico de moda. Las cosas que dijiste viento en popa. No las limpia la lluvia ni la escoba. . Las cosas que dijiste con la boca.
Te juro que es verdad esta mentira. Si no me crees te lo podría jurar. Perdóname mil veces cuando diga. Te juro que no volveré a jurar. . Te juro que esta vez te soy sincero.
Otra luna nueva y yo te quiero. Mucho más que tres lunas atrás. Te quiero mucho más de lo que puedo. Te quiero aunque decirlo esté de más. Yo te quiero.
Te conozco desde el pelo hasta la punta de los pies. Sé que roncas por las noches y que duermes de revés. Sé que dices que tienes 20 cuando tienes 23.
Si te divierte verme y te gustan mis besos. Y me ves como el perfecto compañero de tertulias. Si soy tu amigo con derecho, mientras te dure la parranda.
Te conozco desde el pelo hasta la punta de los pies. Sé que roncas por las noches y que duermes de revés. Sé que dices que tienes 20 cuando tienes 23.
Suavecito me pusiste en su lugar. Suavecito como un juego para armar. Empezaste corrigiendo males al azar. Cómo el barro el alfarero como brisa de agusero.
En la jerarquía de los militares. Por analogía soy soldado raso. No pretendo mucho, pido andar liviano. No hablo solo escucho y solo sigo el paso. . Soy caso perdido juraba mi abuela.
Solo quería un café. Con poca azúcar, quizá un croissant. No iba por la tertulia o el flirteo. Solo quería un café. Quizá echarle algún vistazo. A las malas nuevas de los diarios o sacudirme.
Que hace el sexo en Internet. El pudor en la vedette. Que hace un Porsche en Tel Aviv?. Un pigmeo en un iglú. Una duda en un budú. Que hace Frida sin sufrir?.
Justamente ahora irrumpes en mi vida. Con tu cuerpo exacto y ojos de asesina. Tarde como siempre nos llega la fortuna. . Tú ibas con ella yo iba con él.
Yo tengo un sillón de Marruecos que extraña tu espalda. Un falso Picasso que cubre el retrato en que estabas. Catorce adoquines que exigen tus huellas descalza.
Señora de las cuatro décadas. Y pisadas de fuego al andar. Su figura ya no es la de los quince. Pero el tiempo no sabe marchitar. Ese toque sensual. Y esa fuerza volcánica de su mirar.
El norte sus mcdonald's, basketball y rock'n roll. Sus topless, sus madonas y el abdomen de stallone. Intelectuales del bronceado, eruditos de supermercado.
Se nos muere el amor, tiene fiebre de frio. Se nos cayó de la cama. Cuando lo empujó el hastió. Y esta enfermo de muerte. El mismo que era tan fuerte.
Se nos muere el amor, tiene fiebre de frio. Se nos cayó de la cama. Cuando lo empujó el hastió. Y esta enfermo de muerte. El mismo que era tan fuerte.
Hay que aceptarlo. No somos los de antes. El reconciliarnos una y mil veces. Creo que no es solución. Hay que aceptarlo. Perdona mi llanto. Me duele hasta el alma.
Sin la gritería que antecede a un fiasco. Sin el protocolo de un buen bofetón. Sin el argumento de un pecado ilustre. O el presentimiento de una anomalía que a merite el caso.