El llanto de un bebe rebota en la pared. Buscando una salida lucha por vencer. Pero a veces el sudor te acompaña al amanecer. Fue tal vez su dolor el que despertó.
Tal día como hoy hace ya quince años te fuiste. Tal día como hoy tu recuerdo por fin se hizo eterno. Solo pretendía que, te sintieras orgulloso de mí.
El otoño cayo y de su escarcha nos cubrió. Quedando atrapados en frio letargo. Le vimos demostrar toda su fuerza y crueldad. Siendo las flores que marchitas, el viento empujo.
Ya sé que no hay dos sin tres. No hay impulso sin caída. De nuevo tropezare, vuelvo al punto de partida. No importa lo que digan, tan solo es palabrería fácil de olvidar.
Pensando en voz alta. Se ha dividido mi mente en dos. Una quiere que no faltes. La otra ni siquiera oír tu voz. . Ya no puedo echarme atrás. Y tampoco abandonar.
Puertas que se cierran. Otras se nos abrirán. Contando los minutos. El silencio nos asfixiará. Labios que nos besan. Otros nos criticarán. Tengo sed. De tu sangre.
Volaré, Volaré, volaré, volaré. . Me escapé de entre las nubes. Y surqué los siete mares. Y debo decir que. No me arrepiento de nada. . Respiré tu sucio aliento.
Hablar sin escuchar, rendirte sin intentar. Pues amar sin ser amado, no es amar. Es llorar sin ser lágrima. . Como una estrella fugaz, todos los sueños se irán, se irán.
Encadenado. Con la venganza entre mis dedos, sabor amargo. que necesita del consuelo de un mismo Dios. Sabremos cual es nuestra culpa, bandera y timón de.
Hazme un sitio en tu colchón. Quiero vivir en el, así oler tu respiración. Quiero ser la uña de tu pie, para poder. Oír el ruido que hace tu tacón. Tengo necesidad de perderme en las curvas.
Ya no estoy, ya me voy. Estoy cansado de tanto esperar. Persiguiendo una idea que nunca llegará. . Dispuesto para trepar montañas de sacrificio. Para nunca poder llegar a caer al precipicio.