Cuando te juegas bien
(no slo vida, sino buscando
latitud y nombre),
comienzas a ganar la gran partida
lejos del animal, cerca del hombre.
No basta presentar el pecho al plomo;
no basta enarbolar feroces lemas:
la justicia azotar debe tu lomo
hasta llevarte all, donde ms quema.
A veces defender a un compaero
de la calumnia, es ms que ir a la guerra.
A veces la verdad de largo vuelo
es lo ms cotidiano de la tierra.