Ya bestia
irreflexiva
frente al espejo, habitar la noche
de razonables atades
y luces contra las cruces
con la seguridad de ser, al fin,
no-persona, nadie, ninguno...
Y como tal volar,
ingrvido,
translcido, murcilago,
hasta el lecho en donde
tu cuerpo yace
y duerme,
que es el lecho en donde el mo
pace
y muerde
y renace con la sangre del nima
que - todava animal -
an te anima.