Después de que tanto me juraste,
Que nunca en la vida, me habrías de abandonar
Te marchaste, dejándome una herida,
Que aunque pase el tiempo, jamás se ha de borrar
Por ti me olvide, hasta de mi mundo,
Pensando que tú eras, mi única razón,
Pero caro, pague por mi torpeza,
Ahora no vuelvo a entregar mi corazón
Voy a enterrar tú recuerdo,
Junto al rincón del olvido,
Pondré una cruz con dos nombres
Que son el tuyo y el mío
Yo se que el destino ha de cobrarte,
El daño que me haces con tú cruel proceder,
Cuando sola, te encuentre abatida,
Y de mi te acuerdes, ya no pienses en volver