Sueos rotos en la ciudad
que viven sin conocer el sol
se acercarn a descubrir
el asiento de atrs
bella chava montada atrs
dulces piernas tocando skai
y que al mirar se encontrarn
en el retrovisor.
La botella le har esperar
junto a ella cerrar el bar
y volver al TAXI MEX 103.
Ojos negros en el cristal
gastando llantas al despegar
y escupe al ver, junto a l
a un mueco pasar.
En la noche vers brillar
un gran coche en la oscuridad
donde ir el TAXI MEX 103.