Sediento en la aurora
por el camino polvoriento.
La mañana hecha guirnalda
cuelga por la ventana
de otro día que cae
del almanaque.
Llueve y el camino se encharca.
Cantan las ranitas.
Los muertos se pudren mientras crecen las plantas.
Nace el sueño en la noche estrellada.
Gira la ruleta buscando a la suerte.
Se corona el triunfo
jugándose la vida.
Suspiros al aire
se pierden.
En el cielo tormentoso
crece la inmensa soledad
y nada me interesa si estoy con vos,
y nada me interesa si estoy con vos,
y nada me interesa si estoy a tu lado, mi amor.