Cuentan que cuando un silencio. Aparecía entre dos. Era que pasaba un ángel. Que les robaba la voz. Y hubo tal silencio el día. Que nos tocaba olvidar.
Al final de este viaje en la vida quedarán. Nuestros cuerpos hinchados de ir. A la muerte, al odio, al borde del mar. Al final de este viaje en la vida quedará.
Al final de este viaje en la vida quedarán. Nuestros cuerpos hinchados de ir. A la muerte, al odio, al borde del mar. Al final de este viaje en la vida quedará.
Una mujer. Por despecho (o por placer). Enterró en un jardín. Un coco seco mojado en carmín. Luego un rival. Narcotraficando el mal. Escupía con ron. Y alfilereaba un feliz corazón.