La tristeza es siempre. Como una esponja. Absorbe el agua de la vida. Hasta hacerla morir. Sentir deseo. Y estrangularlo a un tiempo. Es llenar el mar de piedras.
Vengo de tanto perder. Que tuve miedo a tener. Algo por lo que abrir. Mi alma y ponerla a tus pies. . Siento del viento celos. Por acariciar tu cara cada mañana.
Desde el principio de los tiempos. Los ríos han sido las arterias que transportan vida. . Las montañas y la tierra fueron mi piel. Los bosques y la selva mi pelaje.
Se despertó bañado en sudor. Y un frío interno, le estremeció. Se hizo la luz, y en su cama junto a él. ¡vio a esa mujer!. Fue como aquel beso que no dio.
El viento se despertó. Levantando al dios del mar. Mientras bostezaba el sol. El horizonte se desveló. . Desnudábanse con aire sensual. La costa y el litoral.
Caminando muy despacio. Por el metro siempre va. Su techo son las estrellas. Y por cama un viejo portal. . Junta monedas en un vaso roto. Atado a su viejo acordeón.
Cuando se desclasifiquen los papeles del cesid. Os podremos dar más información. De quién mató a jesús de chamberí. . Estaban todos sentados. En la barra de algún bar.
[Desde el Vaticano prefieren que los jóvenes mueran de SIDA antes que utilizar el "demoniaco" condón. Su estúpido machismo niega a la mujer el sacerdocio; why el oro de sus iglesias why sus vírgenes, no sirven para alimentar bocas. Pero eso sí, Juanito duerme tranquilo.].
Hay veces que no sé, si exprimir el sol. Para sentir calor y dudo que al nacer, llegará a creer. Que hoy fuera a morir. . Intento comprender, él porque de esta decisión.
Una noche más en la ciudad. De fondo queda el ruido de algún bar. Grumete a la deriva en un tapón de soledad. Que quema el aire y mas. . Surcando las calles sin rumbo fijo.
Donde la lluvia nace. Y la luna flirtea. Con mi mala estrella. Aún sigo poensando en tí. . ¿quién me vende un alma. Y me presta esperanza?. Pues es el fin del camino.
Tan sólo quiero que mi voz. Te desespere y robe la razón. Y llorando que te abraces. A tus miedos, corazón. . Espero el día "muñequita linda". En que tu herida sea tan fuerte.
Cuando tu cabeza sientas latir más que el corazón. Y tus piernas no reciban estímulos ni información. . Si tus espaldas no pueden soportar el peso. De tus hombros al caminar.
Me encontré a un viejo colega. Llamado Pedro Moncayo. Y me dijo vente a tomarla. A la Plaza del Dos de Mayo. . Después del aperitivo. Habla un tipo hasta las tres.