Otra vez lo mismo. Las 11 y no me llamas. Tú como si nada y yo, culpando el café. . Medianoche y llegas. No cruzas palabra. Media vuelta y te dormirás, sin un porqué.
Con la noche de testigo. Y una estrella sin nombrar. Me quede pensando en ti una vez mas y así. Descubrí un sentimiento. Aprendi a respetar la soledad.