Plaza de San Antonio, en primavera. Una tarde cualquiera, del mes de abril. De repente la magia de tu mirada. Y de la nada te descubrí. . Tus ojos me miraban de una manera.
Ya lo ves no valió la pena enojarnos tanto. Maltratarnos y decirnos cosas. Que jamás pensamos. El amor no es así. Y yo quiero advertirte. Que tomemos cuidado.
Pobre corazn viviendo de recuerdos,. pobre mi esperanza de esperar por l,. grande la soledad que dej su ausencia,. tristes pasan los das sin su querer..