Ella entra,. cierra la puerta tras de sí. y cruza el cuarto en diagonal.. . Parten dos escafandristas. en la penumbra. rumbo al mundo abisal.. . La piel florece,.
Por cada muro un lamento. en Jerusalén la dorada. y mil vidas malgastadas. por cada mandamiento. Yo soy polvo de tu viento. y aunque sangro de tu herida.