Dijiste que ya nunca más. Querías verme. Que todo lo que lleve a ti. Fue mala suerte. Y para no llorar de amor debí ser fuerte. Por todo el cariño que yo.
Tú me prometiste que pronto ibas a volver. Que ya nunca más recordarías el ayer. Que no pensarías más en aquella mujer. Y hasta me juraste que mío querías ser.